Descripción
Hará como dos meses, Lucía se acercó a nosotros y nos dio un papelito arrugado, «Dentro hay un León», nos dijo.
Cuando llegamos a casa todos los Leones rugieron «¡Ábrelo, ábrelo!». Abrimos el papelito pero dentro sólo había polvo negro. No entendíamos nada…
El León 49, decepcionado, se dio la vuelta con brusquedad, y sin querer dio un golpe con su rabo al papelito. ¡Todo el polvo cayó! Y al chocar contra el suelo ¡Puf! De una nube negra surgió el León 70.
¡Gracias, Luci, por el polvo de Leones!